~ Sax para anaconda
usted me dá
tan amorosamente
la espalda cuando lo persigo
por los vagones del tren
creo que lo hace por respeto
- pero hacia quién?
no estamos solamente aqui los dos,
ya sabrá usted... esas moneditas
que se sueltan de las inúmeras*
manos son vuestra escusa para firmarse
tan liquido en calle Garret.
por ora ya se habrá enterao' de que no estamos solos
y sin embargo usted se escapa de mi
decidido, sin doblar un nadilla que sea
como si no hubiera otro enemigo
Quiero decirle
tranquilizese
como yo me tranquilizo (en su instrumento)
No se preocupe, no lo busco por hablar
ni tampoco le voy a soltar mi veneno
No, no le voy a hacer la dolorosa plática,
o acaso no era usted el que esta mañana huía de mi?
Acaso algún antepasado suyo me reconoció?
Acaso creerá que soy yo
la culebra que se celebra
en la arcana oposición de su sonido
soplo sempre uno, sin costura?
No se apure, no estoy pa
corrompirlo
Yo también cambio de piel
que quedarme aqui
y si me paro es pa que cumpla usted
sú rollo encantador-
encantéme por favor
haga brillar en su sudor
el esplendor
y toque una
para nosostros los rehacedores
los que mudan de piel
los que entonan la mancha
los que buscan la yerba
los que sueltan, síbil, el verbo
y ahí se renuevan desde
el surgimiento de toda enfermedad
(fue en ese entonces que muchos
se transformaron en plantas)
Pero veo que te defiendes sempre,
como te ausentas
si acaso me demoro
cerca de tu encantador instrumento
Las tiendas ya estan cerradas
pero perra, abuso de la escusa del escaparate
para detenerme un poquito más
junto al Mejor Sax de Lisboa
vamos, no te apures y toca una
que cante otra mudanza
que cante un recorrido
como el que hicimos
el primer dia
sobre la bendita crosta-
y que sigue haciéndose
bajo ella,
en un caminar de cordilleras.
*prueba de que, según el dichoso argentino, Dios existe.
Lisboa, 15 de Maio 2013